Rotatiles Patas

14 noviembre 2006

Iok nod hablov rushky!!!

Se lamenta informar a los queridos lectores que van a tener que perdonar la ausencia de gran cantidad de fotos y de imaginacion. Los humores y fuerzas estuvieron con un muy otro semblante. En retribucion a vuestra comprension, esta publicacion viene doble, esta vez con un escrito mio.


Finlandia quedo bajo la atenta mirada de otros, nosotros nos fuimos. Se fue la Europa nuestra, y espero que con ella cierta presencia rancia.Nos subimos al tren envueltos en el frio de un invierno tipico. Salimos de Helsinki rumbo a tierras eslavas, y estas nos recibieron como ya nos parecia imposible. A pocos minutos de la frontera Ruso-finlandesa la nieve empezo a regalarsenos nosotros en el tren, como en una vidriera, custodiada por hombrecitos de verde con sombreros policiales de alerones desproporcionados que rogaban no convertirse en Mery Popins debido a algun enchido viento jugueton. Estaba fria y balanca la cosa.



Llegamos a la Estacion Lenin, en San Petesburgo. Fue emocionante, realmente.


Vale aclarar: Nori no habia visto nevar, yo no habia visto semejante tormenta.


Que lindo que es estar en Mar del Plata, en alpargatas...Laverdad es que nuestrascaras responden aun hecho concreto. Recordaran que grabamos un disco.Bueno, perdon que los hayamos utilizado,pero queriamosagradecerles: finalmente, luego de escucharlo y evaluarlo y ver los riesgos tomados, han decidido concedernos el caracter de refugiados politicos. Ahora podemos quedarnos legalmente!



Pavel, nuestro amigo ruso. Spasiva!



S. Petesburgo. Luce como la iglesia de San Bacilio en la plaza Roja de Moscu, pero no.

De finlandia no hay mucho para decir ni mostrar. Quedo atras, por suerte. Nos quedamos con un dia muy lindo en una isla que sirvio en diversas guerras de fuerte.


San Petesburgo, un atardecer


Por culpa de Einsestein y el cine de su epoca, que no gustaba de sagas y segundas partes, el acorazado “Aurora”, que diera el simbolico rafagaso inicial para la toma del palacio de invierno, fue, para nosotros, un famoso desconocido hasta hoy.

Fortaleza de Pedro y Pablo


Despues estuvimos, como es debido, en el Hermitage. El Hermi, para los amigos

Un pasillo, de los innumerables que conforman este edificio, que es a su vez uno de los 13 edificios que componen al maratonico Hermitage


Bueno, y nos fueimos de la capital zarista a la sovietica. Alli confirmamos que Rusia es una locura eclectica, mezcolanza del peor de los comunismos posibles y capitalismo ranquedo. Se mantienen monumentos, simbolos, estructuras de poder, combinadas con un consumismo y desfachatez de ostentacion analoga al menemismo x 3.


Estacion de Tren

Estuvimoa en el Mausoleo de Lenin, lo cual fue un poco desepcionante. Parece que, como tantas otras cosas emblemas de la Union Sovietica, el cuidado del cuerpo de el bueno de Ulianov no ocupa ni preocupa a los hombres y mujeres de la capitalista Federacion Rusa, que cambiaron el fetichismo por el lider al de los BMW y otras marcas de renombre.


Lo que queda de un gran lider





La Plaza Roja (la cual, para los curiosos, se llama asi desde mucho tiempo antes que la Revolucion de Octubre)

El Kremlin, con el cañon mas grande que se haya construido, hasta Bush.



La catedral


Dos cosas que no han de faltar en nuestro blog. La foto de un Buho localino y la Nori con cosas en la cabeza.

Buho eslavo


Ay ay ay!! La medusa de los Mapets


Escrito 1


- ¡Levante la mano el que esté angustiado!

Todos levantamos sus manos, y ellos tomaron la mía y la elevaron con fuerza. Corvos de pesos muchos, como leones de carga, algunos salieron primero. Lastimados los talones por pisadas cercanas de un mayor tropel de camellos desvelados que salía a divertirse con su karma y hambruna a cuestas, pensaban en la responsabilidad de su carga, que era grande, pero peso al fin; y cómo soportarlo, siendo su virtud la ferocidad profunda, pero menuda, de espaldas exiguas. “El primer don parece ser la responsabilidad, luego los otros” se ronroneaban para sentirnos bien con la disparidad de la tarea. Y en esas reflexiones vimos un búho con alas que no eran suyas, con oscuridad en lo ojos, que dormitaba en una rama verde, tan como aquella manzana verde.

- ¡Levante la mano el que tenga miedo!

Nadie lo hizo, ellos temían el comienzo del temblor. Esperamos la llegada de aquello que debería de precipitarnos el miedo en huida; sin salir a matorrales propios, solos con nosotros y cada uno de ellos, solos. “El segundo don es la voluntad, por sobre el temor” rezaron los avestruces antes de decapitarse para no tener cabeza ignominiosa que esconder. Habíanse gritado palabras densas mirándose las nucas escalofriantemente para darse fuerza. Yacen ahora sangrantes y riegan un ejercito de girasoles indisciplinados que giran sin dirección esperando que claree de una vez; plantas verdes por encierro, que susurran que no tememos huir valientemente ni a continuar temerosos; él es nuestro alma pater.

- ¡Levante la mano el que esté frustrado!

Sentían nuestras manos atadas. No entendimos que queríamos contestar con los berridos, hasta que vieron desfilar burritos de importante miembro ausente, que al trote andaban dibujando en tierra caminos dudosos de sangre, pinceladas de entrepierna. Pasaban con trompas respirando el suelo, custodiadas por pezuñas delanteras, las cuales conocían cualquier camino de memoria. “El tercer don es un objetivo, padre del hacer” Padre aun sin haber engendrado ¿Que no puede, qué no quiere?, lagrimeábamos. Tengo un sexo en el mundo ¿Cuándo tendrá noticias de su deceso? Ahora llevo una muerte bajo la conciencia, justo ahora que asedia la muerte que es época; el pellejo le cuelga en su metafísica de ausencias, que pide entonále tu cuerpo para agonía.

- ¡Levante la mano el que duda!

Nos miramos con olores agrios en ojos muchos, mientras nuestras manos dibujaban un mar tumultuoso de movimiento. Por un costado paso un águila de mirar estrávico que en confuso vuelo buscaba muerte por comida, pues rapiñera la había vuelto su condición. La vimos decender y alzarse con un pene sin dueño en garra izquierda y gran huevo en la derecha. “El cuarto don es la certeza, que redime lo posible”.Sin dudarlo todos levantamos mis manos y las bajamos sobre las preguntas.

De todos ellos, yo no me morí; eso, al menos, lo recordamos. Reunidos como estábamos bajo un cielo que había sido uno, yo me miraba a mi mismo en esa mi situación, tan de ellos, que me bajé de mi, y en mi no quepo.

A.S.F.