Rotatiles Patas

14 noviembre 2006

Escrito 1


- ¡Levante la mano el que esté angustiado!

Todos levantamos sus manos, y ellos tomaron la mía y la elevaron con fuerza. Corvos de pesos muchos, como leones de carga, algunos salieron primero. Lastimados los talones por pisadas cercanas de un mayor tropel de camellos desvelados que salía a divertirse con su karma y hambruna a cuestas, pensaban en la responsabilidad de su carga, que era grande, pero peso al fin; y cómo soportarlo, siendo su virtud la ferocidad profunda, pero menuda, de espaldas exiguas. “El primer don parece ser la responsabilidad, luego los otros” se ronroneaban para sentirnos bien con la disparidad de la tarea. Y en esas reflexiones vimos un búho con alas que no eran suyas, con oscuridad en lo ojos, que dormitaba en una rama verde, tan como aquella manzana verde.

- ¡Levante la mano el que tenga miedo!

Nadie lo hizo, ellos temían el comienzo del temblor. Esperamos la llegada de aquello que debería de precipitarnos el miedo en huida; sin salir a matorrales propios, solos con nosotros y cada uno de ellos, solos. “El segundo don es la voluntad, por sobre el temor” rezaron los avestruces antes de decapitarse para no tener cabeza ignominiosa que esconder. Habíanse gritado palabras densas mirándose las nucas escalofriantemente para darse fuerza. Yacen ahora sangrantes y riegan un ejercito de girasoles indisciplinados que giran sin dirección esperando que claree de una vez; plantas verdes por encierro, que susurran que no tememos huir valientemente ni a continuar temerosos; él es nuestro alma pater.

- ¡Levante la mano el que esté frustrado!

Sentían nuestras manos atadas. No entendimos que queríamos contestar con los berridos, hasta que vieron desfilar burritos de importante miembro ausente, que al trote andaban dibujando en tierra caminos dudosos de sangre, pinceladas de entrepierna. Pasaban con trompas respirando el suelo, custodiadas por pezuñas delanteras, las cuales conocían cualquier camino de memoria. “El tercer don es un objetivo, padre del hacer” Padre aun sin haber engendrado ¿Que no puede, qué no quiere?, lagrimeábamos. Tengo un sexo en el mundo ¿Cuándo tendrá noticias de su deceso? Ahora llevo una muerte bajo la conciencia, justo ahora que asedia la muerte que es época; el pellejo le cuelga en su metafísica de ausencias, que pide entonále tu cuerpo para agonía.

- ¡Levante la mano el que duda!

Nos miramos con olores agrios en ojos muchos, mientras nuestras manos dibujaban un mar tumultuoso de movimiento. Por un costado paso un águila de mirar estrávico que en confuso vuelo buscaba muerte por comida, pues rapiñera la había vuelto su condición. La vimos decender y alzarse con un pene sin dueño en garra izquierda y gran huevo en la derecha. “El cuarto don es la certeza, que redime lo posible”.Sin dudarlo todos levantamos mis manos y las bajamos sobre las preguntas.

De todos ellos, yo no me morí; eso, al menos, lo recordamos. Reunidos como estábamos bajo un cielo que había sido uno, yo me miraba a mi mismo en esa mi situación, tan de ellos, que me bajé de mi, y en mi no quepo.

A.S.F.

2 Comments:

At 7:48 a. m., Anonymous Anónimo said...

Holaaa!!!!
que lindos se los ve en el centro de Moscu. ¿fueron a las tiendas Bum bum?
guau, se nota que se los extraña mucho, pero mucho mucho
¿cuando se van a tomar el buque de regreso?
vengan pronto

Besotes
La tia

 
At 10:33 a. m., Anonymous Anónimo said...

hola: no sabia que podia hacer comentarios, muy lindas las fotos, los comentarios, el cuento tengo que releerlo ya que me resulto dificil de primera mano. estuvimos viendo con papa el lugar donde vana antes de beijin. Se nota lindo pero desolado, pobres los que fueron deportados alli, da una imagen de desolación,
Los quiero mucho, los extraño ester

 

Publicar un comentario

<< Home